Siempre escucho a mis papitos decir que soy un verdadero payaso, debido a mis travesuras. La verdad es que estoy un poquito malo y me encanta ver el rostro de mis papitos con cara de desesperados cuando estoy por hacer una tontera. Me hace reir mucho y me enojo cuando me impiden hacer cosas raras o malas.
Bueno, decidí vestirme como payasito y hacerles pasar un rato agradable a mis adorados padres. La verdad es que tuve que presentarme en el colegio anterior vestido así y me pareció justo hacerlos reir un momento, porque les hace mucha falta, ya que los dos llegan muy cansados del trabajo y merecen tener una sonrisa en su boca. Un besito a todos. Saludos,
Martín Eduardo
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