miércoles, 16 de enero de 2008

Mi Linda Familia en Coquimbo




Luego de pedir autorización a mi hijo para escribir en su blog, comienzo a manifestar mis sentimientos.

Los primeros días de enero partieron runmbo a Coquimbo mi amada y hermosa mujer (Alicia) y mi maravilloso hijo (Martín). No puedo decir otra cosa que los extraño demasiado. Cada día que pasa se hace más eterno. Ellos estará de vacaciones (merecidas las tienen) hasta el 3 de febrero, fecha en que llegarán nuevamente a su hogar. Creo que en ese momento esta casa volverá a la normalidad, es decir, nuevamente cobrará vida. Es que escuchar los gritos de mi hijo, la risa maravillosa y sus carreraras entre una y otra pieza cuando alguna diablura se trae en mente, son características permanentes en nuestra casa.

Cómo no extrañar a ese rajadiablo, cuando junto a su madre se transforman en "compinches" o "socios" para demostrar un nuevo avance de Martín, o sencillamente para demostrar un juego inventado o descubieto por mi rey cada vez que yo regreso del trabajo.

Cómo no extrañar a mi amada mujer, si ella precisamente la que se preocupa de todas las cosas del hogar, que todo esté bien y funcione como corresponda. Es ella, mi Alicita, la que sabe y conoce las cosas que me gustan y no, las que me ponen mal genio y las que me llenan de alegría y risa. Quiero que sepas mi amor, que eres la mujer más maravillosa que existe en el planeta y que cada día que pasa, me enamoro más de ti.

Para tí hijo, sólo palabras de amor. Gracias por ser como eres, un niño feliz, de esos que se sorprende con cada cosa nueva y demuestra su amor y ternura cunado quiere y no cuando quieren ltras personas. Te amo hijo de mi alma...Te adoro mi hermosa mujer.

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